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domingo, 9 de septiembre de 2007

Modificación al Plan Regulador Comunal: una lucha interminable

Con un plebiscito y el apoyo de algunas autoridades, los vecinos de Ñuñoa pretenden terminar con la lluvia de piedras que reciben a diario.

La construcción de 400 torres en menos de tres años; un Plan Regulador que impide la construcción del metro por Avenida Irarrázabal, y la destrucción de cientos de casas a manos de inmobiliarias que han visto en Ñuñoa el mejor lugar para invertir, son las razones que han hecho despertar a dueñas de casa, estudiantes, profesionales, obreros y artistas, para construir una ciudad a escala humana.

Por todo esto, la Municipalidad buscó la mejor solución, para dejar conforme tanto a los vecinos como a los inversionistas, y el pasado 15 de agosto aprobó un Nuevo Plan Regulador de Ñuñoa, donde a partir de octubre se rebajarían en un 70% la altura de las nuevas construcciones. Pese a esto, los vecinos no se conforman, por lo que decidieron juntar 12.000 firmas, para llamar a un plebiscito comunal, donde la altura máxima de los edificios sería cuatro pisos.

Todo este problema lo vive a diario Graciela Fernández, condenada a dos años y un día, viviendo a la sombra y sin salir siquiera los fines de semanas, por el miedo a que su blanca y antigua casa de dos pisos, se destruya cada vez más. Con su pelo cano y su constante tos producto del asma, vio como de la noche a la mañana un gigante de 17 pisos, se venía a dormir a su lado por el resto de su vida. 35 años que vive en Brown Norte 742, en una casa que se acostumbraba a escuchar las risas y gritos de los cinco nietos de Graciela y ahora, sólo siente constantes vibraciones y las carcajadas de los cientos de obreros que trabajan para la inmobiliaria Imagina, que desde diciembre de 2005, llegó a destruir a la familia Fernández .

Las comidas familiares, las navidades alrededor de un iluminado árbol de pascua y los asados en el patio, son cosas que poco a poco han quedado en el olvido, porque dentro de la casa simplemente no se puede conversar.

Para salvar su casa y su familia, Graciela inició la lucha en contra de esta inmobiliaria, pero según ella, tiene todas las de perder, porque sus nuevos vecinos son gente muy poderosa. Lo único que ella pide es el arreglo de los cuatro pilares que sostienen la ahora oscura casa, que se han agrietado producto de los sietes pisos subterráneos que tiene el edificio.

Graciela al igual que muchos vecinos, firmaron ante notario, esperanzados a que la Municipalidad les de alguna respuesta satisfactoria y que como dice el propio Pedro Sabat, alcalde de la comuna, el objetivo del Plan Regulador Comunal sea preservar y no destruir.

La noche de Juana

Una crónica de lo que vive a diario Juana Soto, vagabunda de la Plaza Ñuñoa

Diez en punto marcaba el reloj de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, y Juana Soto, más conocida como La Chora Juani, terminaba de secar el último auto del día. Con el mismo trapo agujereado, limpia sus manos rojas de frío, para recibir con una gran sonrisa, los mil pesos de su último cliente. Se sabía que la noche iba ser igual de fría que las anteriores, por lo que la ganancia de uno de los lavados estaba destinada al infaltable Derby Rojo.Diez y media, y lo único que queda es buscar el mejor lugar para pasar la noche. La Chora Juani camina hasta su closet, que es uno de los tantos alcantarillados que rodean la plaza. Aquí guarda su húmedo colchón y dos frazadas que sacude todos los días antes de acostarse. Al tener todo esto en su poder, lo sube con fuerza hasta su cabeza, al igual que una mujer india transportando lo que compró en el mercado. Camina lentamente buscando cuál será su improvisado dormitorio. Decide dormir a un costado del resbalín, por lo que deja caer con fuerza sobre el suelo su viejo colchón, generando una gran polvareda, que la hace toser como un perro atorado con un hueso.Once en punto y ya está todo listo para pasar una noche más a luz de la luna, pero falta lo más importante, los cigarrillos. Juana toma una de sus frazadas y se envuelve como panqueque de manjar y parte en dirección al café Dante. Con la cabeza gacha y trancos largos, atraviesa la plaza esquivando a muchos jóvenes que todavía no deciden a que pub entrar. Llegando al café, Juana saca un arrugado billete de uno de los bolsillos de su desteñida chaqueta roja, y con él recibe a cambio su inseparable vicio. Apenas lo tiene en sus manos, lo abre como un niño rompiendo envoltorios de regalos en navidad y prende uno después de luchar unos segundos con su encendedor.Once y media, La Chora Juani vuelve a la plaza con la boca llena de humo y la mano izquierda en el bolsillo. Llega hasta los juegos, donde había preparado su cama y sin nada más que hacer, apaga su cigarro con el pie y se tira a la cama como un clavadista a la piscina.

La evolución de la plaza

La comuna

Entre extensas áreas verdes, acompañadas por una gran actividad agrícola, los santiaguinos veían como a finales del siglo XIX se creaba una nueva comuna. En ese entonces eran sólo 1.197 habitantes, quienes se movilizaban gracias a un tranvía de tracción animal para, por ejemplo, ir a una de las cuatro escuelas.
El comercio iba creciendo paulatinamente y los vecinos veían como poco a poco se creaban carnicerías, farmacias y tiendas de abarrotes.

Actualmente todo ha cambiado y son más de 180 mil los vecinos que gozan de una comuna moderna y acogedora. En los últimos años, la comuna dirigida por Pedro Sabat, ha crecido bastante gracias a su auge económico, siendo la Avenida Irarrazaval una de las principales franjas comerciales de la capital. Otra característica que ha experimentado la comuna en el último tiempo, es convertirse en una atracción para los bohemios de la capital y por ende los vecinos de la Plaza Ñuñoa han sido testigo de cómo muchos pubs y restoranes se han tomado por completo los alrededores de la plaza.

La plaza


“Esto antes eran puros matorrales” así recuerda Margarita López, suplementera hace más de 50 años en el barrio, como era la plaza hace un tiempo atrás. Ubicada en el corazón de la comuna, la plaza es centro de una gran cantidad de actividades culturales organizadas por la municipalidad principalmente, siendo la música, las letras y el cine, los constantes invitados en los fines de semanas de Ñuñoa. Además de la municipalidad, existe otro organismo encargado de generar actividades culturales, ellos son “El Grupo de Desarrollo Local Plaza Ñuñoa”, un organismo comunitario funcional de la comuna conformado por vecinos del barrio principalmente. Ellos acostumbran realizar actividades culturales en la plaza y en espacios cerrados de la comuna su objetivo principal es aumentar la participación ciudadana y fomentar encuentros entre personas. Entre las actividades que realizan podemos mencionar: la celebración del día de la Mujer, que en sus cinco años de celebración, siempre tienen una gran afluencia de público, además este 23 de junio se celebró la Noche de San Juan y el Año Nuevo Mapuche, con el objetivo de rescatar nuestras leyendas y tradiciones.